El maestro cantor
**********************************
En esta tercera elección vuelvo a darle peso a un libro
altamente emotivo, conmovedor incluso. Es capaz de arrancar sentimientos
ocultos, por bien enterrados que éstos se encuentren.
Poco puedo decir de la narrativa de su autor, Orson Scott Card,
sin que se note que es uno de mis escritores favoritos. Es una persona muy
controvertida en sus creencias y planteamientos, extraña, contradictoria si se
quiere, pero yo no juzgo las obras juzgando a los autores, pues eso sería caer
en una falacia ad hominen, que es una de las que me parecen más ridículas. Y su
obra es, en general, excelente.
El maestro cantor,
como tantas otras novelas del género, fue inicialmente un relato corto, un
cuento, que fue desarrollado posteriormente hasta darle una entidad superior.
Al igual que en su obra más famosa, El juego de Ender (que probablemente será también objeto de una
entrada pues es uno de mis libros favoritos), se cuenta la historia de un niño
muy especial, cuya influencia sobre los que le rodean es inevitable, natural y fundamental,
ya sea para bien o para mal.
"-¿Por qué permites que Rruk esté siempre a tu lado,
cuando no es ni siquiera una Brisa?- le preguntó una vez un compañero
estudiante cuando Ansset tenía seis años. Éste no contestó con palabras, sino
con una canción que hizo que el curioso perdiera el Control, provocando su
humillación, y logrando que llorará abiertamente. Nadie más se atrevió a
desafiar jamás el derecho de Rruk sobre Ansset. No tenía amigos de verdad, pero
su canción para Rruk era un desafio demasiado poderoso. "
Tengo que reconocer que el libro peca de falta de ritmo en
algunos momentos, pero todo queda perdonado por
lo que aporta en su conjunto. Es un libro hermoso, como su protagonista
Ansset y como las canciones que construye. Más allá de su trama, lo que le da verdadero
valor es que irradia esa belleza a través de las emociones, destilando, de
forma casi visceral, amor, ternura, sufrimiento, amargura e infelicidad. Sin
duda es un don de Card, que pocos escritores poseen, y explotan, en tal grado.
Buenas tardes desde Arcoíris.
No hay comentarios:
Publicar un comentario