jueves, 12 de agosto de 2010

El periplo odiseico de Perseo (I)

Merecedor como el mismísimo Odiseo (el Ulises de los romanos) de un poema épico que en su caso nunca fue compuesto, Perseo será el protagonista de algunas entradas de este blog (os recuerdo que es precisamente esta noche, a altas horas, cuando mejor y en mayor número pueden verse las perseidas).
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Perseo, hijo de la mortal Dánae y de Zeus, se crió en cautividad junto a su madre. Su propio abuelo había encerrado a su madre porque el oráculo había vaticinado su muerte a manos de su nieto aún no nacido.

Zeus, que ya sabemos como se las gastaba, entró en su prisión y la poseyó convertido en lluvia de oro.

El rey de Argos, su abuelo Acrisio, temeroso de la predicción, y una vez enterado de la existencia de Perseo, hizo que metieran a Dánae y a su hijo en un arcón y los arrojaran al mar.

No se ahogaron.


Buenas tardes desde Arcoiris.

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