domingo, 1 de agosto de 2010

aNgosto


Agosto.

Como el mes que le antecede, debe su nombre a un emperador romano que, para no ser menos que su predecesor, decidió que no debía tener menos días. Desde entonces el mes rebautizado tiene 31 días.

Agosto.

Con él llegan las Perseidas, las lágrimas de San Lorenzo.
Estrellas fugaces, meteoros en realidad, que se dejarán ver en su plenitud el 12 de agosto, aunque ya son visibles desde mediados de julio.
Deben su nombre a la constelación Perseo, en dónde se sitúa su radiante.
Perseo, el matador de Medusa, el amante de Andrómeda, a quien dedicaré una o varias entradas de este blog.

Agosto.

Mes vacacional por excelencia.
Muchos se liberan del peso que les supone su trabajo, sus estudios, su monotonía.
Es un bonito autoengaño.


Buenas tardes desde Arcoiris.

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