jueves, 9 de mayo de 2013

Pensamientos desde el tren (V)



Apostatar

*********************************

Hace poco le comentaba a uno de mis seres más queridos, al hilo de preguntas tan "místicas" como ¿de donde viene el/los universo/s? o ¿por y para qué estamos aquí los seres vivos y las cosas que no están vivas?, etc, lo que hace más de un milenio contestaba un clérigo a una pregunta tan problemática como ¿que hacía Dios antes de crear el universo?.

Este clérigo, que no era uno cualquiera, respondía que lo que hacía Dios antes de eso era crear el Infierno para tener un sitio a donde enviar a los que hicieran semejantes preguntas.

Es injusto tratar esta frase en el contexto en que voy a hacerlo, sobre todo teniendo en cuenta que vino de los labios de Agustín de Hipona, más conocido como San Agustín, erudito y pensador crítico donde los haya (se considera en círculos científicos que se adelantó más de 1500 años al pensamiento actual de que el espacio y el tiempo se crearon juntos, y fue un hombre que intentó adecuar la religión a la razón). También debo decir que esa debió ser la respuesta corta y graciosa, y no la que se correspondía con sus pensamientos. No obstante, bien pudo ser pronunciada por labios menos racionales y más tocados por la inspiración divina. Incluso en su nombre.

Con esta salvedad, que no es poca, la respuesta puede considerarse una verdadera demostración de hipócrita suficiencia y falsa inefabilidad. Explica, además, como idea general, el monstruoso atraso provocado al conocimiento humano por la mano de aquellos elegidos iluminados que han guiado al resto de hijos de algún dios (o dioses) hacia la auténtica Verdad.

¡Y aún siguen guiándonos!

Pues bien, yo os lo imploro, poseedores de la Verdad, instrumentos del Verbo que se hizo Carne, seguidores de todos esos dioses que son únicos y verdaderos aunque los haya por docenas:

¡Hacedme un sitio en el Infierno/Tártaro/Inframundo/Gehena/Hades/Sheol/...!


Buenas noches desde Arcoíris.

No hay comentarios:

Publicar un comentario