No voy a hablar del sueño de Martin Luther King. No solo los grandes hombres tienen sueños, los pequeños también los tenemos.
Hay sueños inalcanzables y sueños asequibles, grandes sueños
y nimiedades oníricas, sueños egoístas y sueños aún más egoístas, sueños que se
confunden con deseos y sueños que son simplemente esperanzas.
Yo sueño con que llegue un día en el que no nos domine el
miedo ni la vergüenza, en el que conceptos como la Economía, la Política, el
Derecho o la Religión, dejen de tener significado.
Yo sueño con que llegue el día en el que no sean necesarios
el egoísmo y el altruismo, en el que medrar no sea el único significado de la
existencia.
Es éste un sueño egoísta, inalcanzable, que funde deseo y
esperanza pero, sobre todo, es un sueño destructivo, pues su consecución nos
llevaría, más que probablemente, a la pérdida total de identidad como especie.
En ese momento dejaríamos de ser humanos, eso de lo que parecemos
vanagloriarnos tanto.
I have a dream, pero quizás es mejor obviarlo.
Buenos días desde Arcoíris, el hogar de Hacedor De Sueños.
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