lunes, 26 de julio de 2010

No me cambies constante, que me pierdo...

Un puñado de constantes rigen nuestro Universo: la velocidad de la luz en el vacio, la constante gravitacional, la carga eléctrica unitaria, la constante de Planck, etc...

Si cualquiera de ellas fuera mínimamente diferente, la situación sería radicalmente distinta.


Este hecho nos lleva, en principio, a plantearnos preguntas que, en realidad, no tienen sentido:

¿Por qué precisamente esos valores y no otros?
¿Qué tienen de especiales las constantes universales?
¿Por qué hemos tenido tanta suerte?
¿Escogió algún dios esos valores?

Las respuestas tienen que ver, curiosamente, con nosotros, con quien se hace las preguntas.

Una respuesta debe su existencia a una pregunta, y una pregunta debe la suya a quien la formula.

Las cosas son como son, las constantes valen lo que valen, porque si no fuera así no podríamos hacer las preguntas. Es el llamado Principio Antrópico Cosmológico.

Obviamente podrían existir otros universos con unas constantes diferentes, que es lo mismo que decir que éste podría haber sido distinto. Incluso en alguno de ellos hasta podrían existir entes que llegaran a plantearse similares preguntas, como también podrían existir en el nuestro. En ambos casos esas preguntas carecerían de sentido, de la misma forma que, si aceptamos que con el universo se creó el tiempo, pierde validez una pregunta del tipo: ¿que había antes de que apareciera el universo?.

Algunos buscan la respuesta, otros incluso aseguran encontrarla, en la voluntad divina, en el diseño sobrenatural. También los hay que creen en la casualidad antes que en la causalidad.

*La imagen que acompaña esta entrada es nada menos que la del Monstruo Espagueti Volador que, junto con la Unicornio Rosa Invisible y la Tetera de Russell, parodian, con cierto fundamento y, en algún caso, con expreso sarcasmo, la machacona idea de que debe ser el escéptico el que pruebe la falta de existencia de un diseñador. No me extenderé con estas sátiras antiteístas, pero recomiendo su búsqueda en la red de redes.


Buenas noches desde Arcoiris.

sábado, 24 de julio de 2010

Lo que no es tierra

Salado, como la piel de los que acaban de amarse.
Profundo, como la mirada del que alguna vez ha visto y ya no puede hacerlo.
Húmedo, como las lágrimas del cielo de las que se alimenta.
Extenso, como nuestra ignorancia.

En él se ahogan y renacen todos los días, la novia de la noche y el astro rey.
Dador y portador de vida, es la envidia de dioses menores y el azote de la mal llamada tierra firme.
Susurra a los poetas y se desnuda ante los pintores. A veces es el, otras ella.
Lo queremos, pero lo matamos; lo tememos, pero lo utilizamos.

Voy a sumergirme en él.

Buenas tardes desde Arcoiris.

jueves, 8 de julio de 2010

Planck

Ayer le prometí a un amigo que escribiría algo en este blog, para que no acabe de oxidarse del todo (el blog, no mi amigo). Si lo dejo para luego me olvidaré, así que me permitiré hacerlo en horas de trabajo (jefe, si lees esto, sé comprensivo).

Hace pocos días supe que había aprobado (que no dominado) la mecánica cuántica, y dándose la circunstancia de que anteayer el telescopio de la agencia espacial que debe su nombre a uno de los padres de la teoría cuántica, proporcionó las primeras imágenes de calidad del mapa cósmico del universo conocido, la elección del tema y de la foto es fácil.

Sobre Max Planck se podrían escribir, y se han escrito, libros enteros, pero no es mi intención entrar ni en temas puramente académicos, ni en temas puramente biográficos.

Era un tío raro. Todos los físicos lo son. Tampoco escribiré sobre eso.

Sólo contaré una pequeña anécdota que habla por sí misma de como era y de lo que era:

Con 22 años, y tras su tesis doctoral, empezó a dar clases en la Universidad de Múnich.

Se cuenta que un día dudaba sobre que aula tenía asignada para impartir su clase, así que se dirigió a Secretaría y lo preguntó. El señor que le atendió le dio unas palmaditas condescendientes en la espalda y le dijo: "Muchacho, mejor cambia de clase. Eres demasiado joven para entender lo que dice el Profesor Planck".


Buenos días desde Arcoiris.