Guarda el duende sus secretos y canta el grillo los suyos. Yo, que ni duende ni grillo soy, unos escondo y otros no. Los que para mí guardo sólo míos son, los que a tí te enseño todos los demás son.
lunes, 10 de mayo de 2010
Serenidad
La sombra de nuestra ambición oscurece las esperanzas de nuestro corazón.
Aprender a navegar entre las tinieblas de nuestro ego es lo único que puede impedir que nos ahoguemos en el profundo mar de la mediocridad.
Te has alejado de la normalidad y, como una daga que se inserta en un cerebro de chivo, has profanado la virtud de Amón. Eres un rebelde y no tardarás en perecer en manos de tu soberbia. Saludos desde la alcantarilla.
Ínclito anónimo (mira que es fácil poner el nombre o firmar, XD): alejarse de la normalidad no parece un crimen que necesariamente deba ser castigado. Y eso contando con que de verdad exista algo que se llame normalidad más allá de la pura estadística. En cualquier caso, como sabrás, Akenatón es el azote de Amón y, como tal faraón hereje, así exactamente es como debe actuar. En cuanto a perecer en manos de mi soberbia, supongo que siendo mía no sería la peor de las muertes. Y haz el favor de lavarte, que vaya sitios eliges para vivir, hombre de Amón.
Akenatón y demás personales faraónicos,etéreos o del lado oscuro del espejo, bajad al mundo de los mortales y tocad la realidad. Los que un día nos convencieron para ser guías de este desfile de almas errantes nos llevan al pozo. Intentamos salir clavando nuestras uñas, gritamos...nadie nos oye...nos hundimos...más y más abajo. Un guiño desde la Tierra!
La sombra de nuestra ambición oscurece las esperanzas de nuestro corazón.
Te has alejado de la normalidad y, como una daga que se inserta en un cerebro de chivo, has profanado la virtud de Amón. Eres un rebelde y no tardarás en perecer en manos de tu soberbia.
ResponderEliminarSaludos desde la alcantarilla.
Ínclito anónimo (mira que es fácil poner el nombre o firmar, XD): alejarse de la normalidad no parece un crimen que necesariamente deba ser castigado. Y eso contando con que de verdad exista algo que se llame normalidad más allá de la pura estadística.
ResponderEliminarEn cualquier caso, como sabrás, Akenatón es el azote de Amón y, como tal faraón hereje, así exactamente es como debe actuar.
En cuanto a perecer en manos de mi soberbia, supongo que siendo mía no sería la peor de las muertes.
Y haz el favor de lavarte, que vaya sitios eliges para vivir, hombre de Amón.
Akenatón y demás personales faraónicos,etéreos o del lado oscuro del espejo, bajad al mundo de los mortales y tocad la realidad. Los que un día nos convencieron para ser guías de este desfile de almas errantes nos llevan al pozo. Intentamos salir clavando nuestras uñas, gritamos...nadie nos oye...nos hundimos...más y más abajo.
ResponderEliminarUn guiño desde la Tierra!