Flores para Algernon
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Es este un libro que hace llorar pero que, sobre todo, hace
pensar.
No es una novela moderna pues, año más año menos, tiene mi
edad, que ya no es poca, pero algunos libros no mueren nunca y este es uno de
ellos.
Lo he releído varias veces, y cada vez que lo hago me llega
al alma, si es que hay algo parecido. Las causas son múltiples: unas son
cercanas, otras interiorizadas, algunas
incluso futuribles en cierta medida.
Sus interpretaciones pueden ser variadas, pero creo que esta
obra no puede dejar indiferente a ningún lector.
"Oi echo un tes. Creo que lo e suspendido y creo que
alomejor ahora no me van a utilizar"
Son las palabras de Charlie Gordon, su protagonista
(Algernon no tiene capacidad de habla).
No voy a desvelar la trama pues el objeto de esta entrada, a
la que seguirán otras, no es hacer una ficha personal del libro, sino sólo
dejar constancia de algunas obras que han marcado mi vida en mayor o menor
medida. En principio, por seguir una misma temática, me centraré en la
denostada ciencia-ficción, pero no descarto hablar de libros de otros géneros o
incluso de obras no literarias.
Decía que no voy a destripar (el spoiler de los
anglosajones) la novela, pero sí diré que tiene que ver con neurociencia, pero
no sólo con ella. La historia es una verdadera parábola de lo que significa ser
un ser humano, con su grandeza y su mediocridad, con sus miedos, sus miserias y
sus envidias, con su inocencia y con su maldad.
Existe una adaptación cinematográfica de finales de los años
sesenta, poco conocida aunque incluso tiene algún Óscar. Si bien no
llega a la altura del libro, y le sobran principalmente los minutos
hippie-psicodélicos, es una película que se deja ver.
El autor de Flores para Algernon, Daniel Keyes, no es
muy conocido fuera del círculo especializado, y su obra no es muy extensa pero,
tal y como yo lo veo, alguien que escribe una cosa así ya no necesita hacer
mucho más en esta vida para que ésta tenga sentido más allá de su propia
individualidad. Se ha ganado la inmortalidad, como también lo han hecho sus
creaciones, Charlie y Algernon.
Buenas tardes desde Arcoíris.