lunes, 13 de julio de 2015

Birdy



Sumergido en el hoy, apenas vislumbro el pasado. El mañana, en cambio, me amenaza con displicencia.

Uno se acostumbra al día a día hasta que lo banal se hace natural, hasta que la pasión por lo sentido sucumbe ante la serenidad de lo vivido.

Quizás no es la muerte en vida como algunos pretenden. Tal vez es solo que el fuego interior se reconvierte en energías más inspiradoras. 

O puede tratarse de algo más básico: simple miedo. Miedo al peligro, al riesgo que en otro tiempo fue nuestro amigo.

El error, fuente de mejora permanente, se evita a toda costa. Es la mal entendida sabiduría de la experiencia.

A veces creo que sería mejor una vida a lo Benjamin Button.

O a lo Birdy.

Como ya hace algún tiempo le dije a una buena amiga: la vida se nos escurre entre las pobres excusas del pasado y las vanas promesas del futuro.

Si lo miro con perspectiva, es algo que siempre he sabido y sobre lo que, aún con ese conocimiento, no he hecho nada verdaderamente relevante.

Viviré, y moriré, con ello.


Buenas noches desde Arcoíris.