domingo, 24 de octubre de 2010

La muerte del pensante

Hoy no puedo dormir.
Cada día me cuesta más. Poder es mucho menos que querer.
La voluntad no es garantía de éxito. Nunca lo ha sido, por muy esperanzador que nos parezca y por mucho que nos lo repitamos.
De hecho, cada intento fallido en conseguir algo merma nuestras ganas de conseguirlo, por lo que la persistencia, la perseverencia, la obstinación, la obsesión, la fuerza de voluntad en suma, sólo conducen a la pérdida de los deseos.

Es cierto que uno no debe darse por vencido con facilidad, pero perder muchas veces tampoco parece muy gratificante.

Yo gano muchas más veces que pierdo, y no me esfuerzo mucho para conseguirlo. Siempre ha sido así, así que mi visión no puede ser muy objetiva. Ninguna lo es.

La vida no es fácil, ni para el que gana, ni para el que pierde, porque la felicidad es mucho más complicada que eso. No depende del dinero, ni de la inteligencia, ni de la suerte... Es un estado mental.

Hay quien sostiene que son los luchadores y no los conformistas quienes están mejor posicionados para llegar a ella. Otros opinan que es precisamente saber conformarse lo que te lleva a conocerla. Es curioso como pensamientos distintos pueden parecernos igual de válidos.

Pensar mucho no ayuda, dejar de pensar no es una opción.
La muerte del pensante es el sueño del infeliz.

Hoy no puedo dormir, pero mañana dormiré.
Querer es poder, querer es poder, querer es poder...

Buenas noches y buenos días desde Arcoíris.

lunes, 4 de octubre de 2010

Mares sin agua

El Mar Muerto es un mar, que ni es mar ni está muerto. Pero al menos tiene agua.

Hay mares que ni siquiera tienen liquido elemento. Me gustaría verlos. Mucho. Pero no están a mi alcance.

Sólo cuatro hombres han estado, con propiedad, en uno de estos mares sin agua. Tres de ellos aún respiran. Otros ocho estuvieron cerca de ellos o los llegaron a pisar.


Son los únicos doce hombres que han pisado nuestro satélite. Una docena entre los miles de millones de seres humanos que habitan y han habitado este nuestro planeta.

Neil Armstrong.
Edwin Aldrin.
Charles Conrad.
Alan Bean.
Alan Shepard.
Edgar Mitchell.
James Irwin.
David Scott.
Charles Duke.
John Young.
Harrison Schmitt.
Eugene Cernan.

Los dos primeros estuvieron allí algo más de dos horas y media, los dos últimos algo más de veintidos. Entre los doce, ni cuatro días terrestres.

Pero volvamos al tema de esta entrada:

En la luna hay, aunque ya se sabe que las cuentas dependen de quien cuenta, un océano, 22 mares, 20 lagos, 11 bahías y 3 marismas (o pantanos). Sin una gota de agua liquida.

La cuestión de la falta de agua se hace aún más extremada en el nombre de algunos de ellos. Podríamos llamarlos mares acuosos:

Mar de la Humedad, Mar de la Lluvia, Mar de las Nubes, Mar de las Olas, Océano de las Tormentas, Mar Espumoso, Mar de las Islas, Mar de los Vapores.

Algunos de sus nombres se hacen eco de nuestras virtudes y buenos deseos. Podríamos llamarlos mares buenos:

Mar del Ingenio, Mar de la Serenidad, Mar de la Tranquilidad, Mar de la Fertilidad, Lago de la Perseverancia, Lago de la Esperanza, Lago de la Excelencia, Lago de la Bondad, Lago de la Felicidad, Lago del Gozo, Lago de los Sueños, Bahía del Amor, Bahía de la Concordia, Bahía de la Felicidad, Bahía del Éxito, Bahía del Honor, Marisma del Sueño.

Otros se hacen eco de nuestros defectos y malos pensamientos. Podríamos llamarlos mares malos:

Mar de la Crisis, Lago del Dolor, Lago del Miedo, Lago del Olvido, Lago de la Muerte, Lago de la Soledad, Lago de la Lujuria, Bahía Furiosa, Bahía de la Aspereza, Marisma de la Podredumbre, Marisma de la Epidemia.

También están los que podríamos llamar mares estacionales:

Lago de la Primavera, Lago del Verano, Lago del Otoño y Lago del Invierno.

Y los que podríamos llamar mares cardinales, aunque sólo están representados dos puntos cardinales:

Mar Austral y Mar Oriental.

Y dentro del resto, que podríamos llamar mares varios, voy a destacar especialmente a tres:

Lago del Tiempo. Los que me habeís leído, ya sabeis que es un tema recurrente en mí.

Bahía de Lunik. En la primera entrada de este blog hablé de la Lunik I, renombrada metcha "el sueño". En esta bahía se estrelló la Lunik 2, el primer artefacto humano en alcanzar la Luna.

Y la última, no podía ser de otro modo, LA BAHÍA DEL ARCOÍRIS, cuya foto ilustra esta entrada.


Buenas noches desde Arcoíris.